La historia de mi primer hater…y por qué como carne

Esta es la historia de mi primer hater. Si, hace unas semanas, después de unas historias de Instagram, me llegó mi primer mensaje hater. El culpable… la carne. 

En estas historias que compartí, era el día de ir a comprar. Y pensé que sería una buena idea compartir cómo hago la compra para reducir residuos. Normalmente voy al mercado y a tiendas a granel. Esto me permite comprar productos de cercanía y con ningún o mínimo envase. 

Una de las cosas que compré ese día eran varios productos cárnicos, entre ellos pollo, longaniza y jamón york. Sabía que era un riesgo compartir esto, ya que una gran parte de la comunidad no come carne. Sin meterme en mucho detalle, expliqué brevemente las razones por las que: 

  1. Lo había compartido (porque no tenía por qué hacerlo)
  2. Por qué como carne

En general, recibí mensajes muy positivos…menos uno. Una persona me envío un mensaje, que comparto en el episodio, básicamente diciendo que no puedo ser ecologista si como carne. 

En este episodio te cuento mi opinión sobre su comentario y por qué me parece que su lógica es miope e inocente. 

La verdad… no repito, ¡no quiero más haters! Sé que es imposible, pero me gustaría minimizarlo si puedo. Por eso para este episodio voy a hacer algo diferente. La última parte sobre por qué como carne la voy a dejar en privado solo para aquellos que realmente les interese. 

Envié la segunda parte de este episodio a los suscriptores de mi newsletter: Kimmy, Sin Filtros (Si te apetece apuntarte pincha aquí: ¡recibirás gratis mi guía “Cómo beber agua del grifo sin morir en el intento”!). Pero decidí abrirlo a toda mi comunidad porque me parece un tema importante, así que pincha aquí si quieres escuchar la segunda parte de este episodio.

 

Notas del Episodio

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